miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hablemos claro de una puta vez, cojones



Llegar a casa, abrir el facebook o el twitter y empezar a ver imágenes impactantes de la manifestación ayer por la tarde en Madrid fueron una misma cosa. Tampoco creo que sea estrictamente necesario profundizar en el hecho objetivo de que en el Estado Español la policía torturaba, apaleaba y detenía ilegalmente con Franco, con Adolfo Suárez, con Calvo Sotelo, con Felipe González, con José María Aznar y con José Luis Rodríguez Zapatero. Compañeros independentistas vascos, catalanes, gallegos, compañeros del PCE(r), compañeros del PTE, de la JGRE, de las antiguas CCOO, del antiguo PCE, anarquistas, y como no, trabajadores del SOC y del SAT han pasado por las manos, por las porras, o por las balas de la policía española durante todos estos años. Sólo depende de a qué época nos vayamos y a quién se estuviera reprimiendo, pero al final la intensidad de la represión sólo depende de la intensidad de la respuesta que se le estuviera dando al sistema capitalista en ese momento y en ese lugar. Muchos hoy están en la cárcel aun, y lo que les queda.

Pero hablemos de ayer. Ayer la policía persiguió manifestantes por Madrid como si la capital del Estado, y concretamente el metro fueran una ratonera. Ayer la policía cargó contra manifestantes pacíficos. Ayer la policía volvió a lanzar las peligrosas pelotas de goma. Ayer la policía consiguió con su comportamiento salvaje que un hombre pueda quedar tetrapléjico el resto de su vida. Una víctima más que añadir a una larguísima lista de damnificados.

A los miembros de esta lista no se les da el trato preferencial por ser víctimas del terrorismo que sí le dan a los que han sufrido la violencia por parte de otro ente que no sea el Estado. Estos no reciben homenajes, ni cogen a sus verdugos para meterles una pena de cárcel basándose en las más virulentas leyes de excepción. Es la magia del Estado, que tiene el monopolio del uso de la violencia y la utiliza hasta el límite que la clase dominante considera oportuno. Al ser la clase dominante la burguesía, utiliza la violencia contra los trabajadores. Claro, ¡no la van a utilizar contra ellos mismos!

No era partidario de la acción de ayer de rodear el Congreso en Madrid y así lo he expresado en todo momento. Me parecía una pérdida de tiempo, una maniobra de distracción para quemar a los trabajadores que poco a poco están despertando ante la crisis capitalista. Ante un fracaso como el de ayer, cualquier trabajador podrá pensar que para qué sirve jugarse el tipo ante los energúmenos azules que son desplegados si no se ha conseguido nada y abandonar la lucha. O eso, o ser parte de una revolución de las llamadas “de colores” que en el caso de “triunfar” no haga más que mantener el capitalismo sin más, como ha sucedido en Islandia. Lavado de cara y fuera. En cualquier caso, la dudosa procedencia de la convocatoria hizo que no me convenciera en absoluto esta historia. No pienso lo mismo de la convocatoria de Sevilla, porque independientemente de quien convocara desde otros foros en el Parlamento Andaluz, también convocaba el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as, del que sí me fío plenamente.

Y en todo esto, aparte de que consideremos la concentración de ayer como útil o inútil; ¿qué papel juega la policía? En mi opinión juega aproximadamente el mismo que el que juega un esquirol en una jornada de huelga. Hace un trabajo sucio, arrastrado, ruin y en su caso, vil y despiadado en muchos casos. Pero ojo, al igual que con los esquiroles creo que hay que huir de posturas intransigentes y poco reflexivas. Ni me vale la laxitud total de los que les consideran trabajadores normales (!), humanizando su actividad, ni tampoco me valen los que ni les consideran personas. Son enemigos directos, pero cuidado, que a ellos también les afecta la crisis, y también tendrán sus problemas económicos que, no nos engañemos, es lo que hace salir a las masas a la calle, que hace 5 años no salía a protestar ni Dios. ¿Por qué no considerar la opción de que ellos también consigan sacudirse la pollarda que la mayoría del Pueblo Trabajador tiene? Que quede fuera de toda sospecha que esté perfilando argumentos pacifistas o conciliadores con las fuerzas del orden o con los cabrones a los que estos defienden. Más bien todo lo contrario, que recuerdo que si alguien tiene medios no-pacíficos al alcance de la mano, son ellos, los agentes. Si toda esa violencia que descargan contra nosotros la descargaran contra Cristina Cifuentes por ejemplo, otros gallo nos cantaría…

Y mientras se deciden o no a cruzar la línea como el esquirol que decide por fin un día hacer la huelga con sus compañeros, hay que plantarles cara. Si tiene que ser de manera violenta, pues de manera violenta. Lo que no creo que debamos seguir soportando son episodios como el de ayer de Madrid. Por dignidad aunque sea. Recibir agresiones y aguantar estoicamente por culpa del principio de la no-violencia, que no deja de ser un dogmatismo tan alejado de la realidad como el dogmatismo de la lucha armada porque sí, en cualquier situación y en cualquier contexto, es en mi opinión un absurdo.

Y ya si queremos hacerlo magnífico, hagamos la Revolución. Y la Revolución no entiende de atajos. Ni intentos kamikazes de ocupaciones absurdos como el de ayer, ni “Syrizismos” parlamentaristas sacados de la chistera, ni frentes autodenominados como interclasistas, ni la lucha armada por el mero amor platónico a la estampa un kalashnikov empuñado por un guerrillero, ni nada de eso. Ni hay atajos, ni nos podemos dejar llevar por la rabia que nos mete todas las ganas del mundo de matar con nuestras propias manos al autor o autores de la agresión que pudo dejar minusválido de por vida ayer a un hombre. Responder defensivamente de manera violenta en algún caso no tiene que significar nada de esto. Al final la Revolución no triunfará por un acto violento más o un acto violento menos, sino que triunfará porque hayamos sabido poner las bases para hacerla. Y cuando estén las bases asentadas quizás tengamos que abordar el asunto de qué hacer.

Esto no es más que pensar en voz alta y darle vueltas al asunto al fin y al cabo. En cualquier caso de lo de ayer deberíamos sacar la conclusión clara de que partiendo de la nada, el hecho de juntar a un puñado de gente delante del Congreso español, por muy grande que sea ese ramillete humano, no sirve de nada. También creo que deberíamos sacar la conclusión de que la violencia que hemos visto hoy no es otra cosa que la esencia de lo que es el Estado en sí: La violencia de una clase contra otra. Si el estado es burgués (Dominado por una minoría) pues la violencia es contra los trabajadores (La gran mayoría), por lo que más nos valdría pensar de qué manera vamos a dar la vuelta a la tortilla para que seamos nosotros, los trabajadores, los que de una vez por todas dominemos quitándonos de encima a las sanguijuelas que no sólo nos roban y nos hacen la vida imposible, sino que encima cuando salimos a la calle a protestar, sea de forma más acertada o menos, nos mandan a la policía a pegarnos hasta los extremos vistos ayer en Madrid.

Y a todo esto, aunque parezca mentira y en los medios de comunicación no haya salido, en Sevilla hubo una acción parecida, convocada en parte por el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as. En este caso es cierto que no hubo agresiones por parte de la policía, pero digo yo que también podría haber sido noticia. Pero claro, lo que pase en Madrid eclipsa lo que pase en Andalucía, como siempre. Y es que los andaluces sumamos a todos estos problemas que denunciaban los del 25-S en Madrid, el del eterno olvido a nuestros problemas concretos que no son poco graves.

Pero claro, Madrid es Madrid…

Finalmente me gustaría decir que yo, al igual que otros muchos comunistas de todo el Estado Español, hemos renegado y hemos avisado de que el 25-S en Madrid tenía más sombras que luces, pero me repugna ver en distintos lugares de internet sobre todo a algunos, que prácticamente parece que se alegran de lo ocurrido ayer en Madrid. Para mí esto es perder el norte, porque una cosa es que el ámbito 15-M y sus derivados no nos acaben de convencer, y otra que nos alegremos de que la policía hiera a más de cuarenta personas, algunos de gravedad y detenga a veintiocho más. Aunque desde la distancia, alejados de ciertas convocatorias que no nos convencen, no nos queda otra que expresar nuestro apoyo y solidaridad a todas estas personas, que una cosa no quita la otra.

PD: Acabo de leer que parece que el hombre que podría acabar tetrapléjico, evoluciona favorablemente y recupera poco a poco la movilidad. Al parecer fue pisado por algunos agentes y le pisaron en mal sitio. Pero de momento parece que va a recuperarse afortunadamente, lo cual no cambia ni media palabra de todo lo que he dicho claro.

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